El Pozo Calero es el símbolo indiscutible de la Cuenca del Rubagón. No solo por la belleza de su inusual castillete de piedra de sillería (único en el país), sino también por su peligrosidad.
En 1911 , la empresa Ferrocarriles del Norte comienza la perforación del pozo, que alcanzará 342 metros de profundidad 3 años después. Esta fecha coincide con el inicio de la Primera Guerra Mundial, por lo que no conseguirá el funcionamiento pleno hasta 1920, ya que parte de la maquinaria era alemana.
Su nombre oficial es Pozo Grupo Inferior, aunque todos lo conocemos como Calero. Junto al castillete de arenisca destacan los edificios anejos construidos en ladrillo caravista, siguiendo el tipo de arquitectura habitual hace un siglo. Allí podemos ver la sala de máquinas, talleres, lampistería, vestuarios…
En la década de los años 20 trabaja a pleno rendimiento, aunque en sus inmediaciones no se aprecia su magnitud. Cientos de mineros recorren los más de 50 km de galerías todos los días, pero el acceso a la mina se hacía a través la bocamina el Porvenir (conocida coloquialmente como la Barcenilla) que se encontraba en el cerco industrial, a varios kilómetros del pozo. En los años 30 proliferan los conflictos sociales y estalla la Guerra Civil, por lo que la producción se ralentiza bastante.
En 1941, las minas pasan a pertenecer a RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles) que será la empresa encargada de reprofundizar el pozo hasta los 488 metros en 1945. A partir de ese momento será el pozo más profundo e importante de la provincia.
La década de los 50 es la época dorada del Pozo y es cuando se mejora la maquinaria y se modernizan las instalaciones. Coincide con el momento de mayor esplendor del pueblo, peor pronto comenzará el declive. A principios de los 60, RENFE comienza a electrificar sus vías, por lo que poco a poco disminuye la demanda de carbón para sus locomotoras. En 1965, se deshace de las minas de Barruelo vendiéndoselas a Hullera Vasco-Leonesa, pero en 1969 empieza el cierre provisional de las minas, que será definitivo en 1972.
En 1975, Altos Hornos de Vizcaya se hace con las minas de Barruelo, pero no hubo actividad y el pozo permaneció cerrado hasta 1993, cuando HUBASA (Hullas de Barruelo SA) decide recuperarlo. La empresa será absorbida por UMINSA (Unión Minera del Norte SA) en 1998, que echará el cierre definitivo en 2002.
La trágica leyenda del Calero
El Pozo Calero se trata posiblemente de la mina más peligrosa de España y es que tiene el fatídico honor de ser la primera en obtener la 4ª categoría de peligrosidad del país. Esto era debido a los desprendimientos instantáneos de grisú, que provocaban explosiones en ausencia de chispa o llama. No se podían predecir ni evitar, por lo que provocaron multitud de muertos.
Dos de los accidentes más graves fueron el 3 de mayo de 1930 en el que fallecieron 10 mineros y el 21 de abril de 1941, con 18 muertos.
El último accidente mortal tuvo lugar el 14 de noviembre de 1997, cuando un minero perdió la vida debido al grisú, finalizando la lista con casi un centenar de fallecidos en dicho pozo.